¿En qué te fijas primero cuando vas a probar un plato?
La comida entra por los ojos… Tanto es así que, dependiendo de la presentación de los platos, el éxito de un buen manjar puede variar. Por eso, las vajillas cobran una especial importancia en la decoración de la mesa, tanta que en los restaurantes más lujosos su elección es un asunto relevante y, dependiendo de la temporada o el menú, tienen distintos modelos.
¿Cómo elegir entonces el mejor color en caso de una dieta o querer comer más? Según cuenta la psicología, el color azul ayuda a la hora de hacer una dieta, la comida presentada con ese color de vajilla disminuye el apetito. Otro color que no resulta adecuado para despertar el hambre es el verde. Parece ser que, al servir los alimentos en él, causan desagrado.
Si por el contrario queremos comer más, utilizaremos los colores amarillos y claros ya que son percibidos como estimulantes. Otro color que hace ver apetitosos a los alimentos es el rojo. Lo mismo ocurre con el color marrón.
También, el contraste del color de la comida con la tonalidad de la vajilla hace comer menos.
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