La semana pasada os dimos algunas ideas para hacer vuestras primeras piezas de porcelana. Pero como todos no disponéis de los recursos necesarios, como puede ser un horno con la temperatura adecuada, os traemos una nueva opción: porcelana fría.
Para hacerlo solo necesitaréis:
- Una taza de maicena
- Tres cuartos de taza de cola blanca
- Una cucharadita de aceite
- Una cucharadita de vinagre
Solo tenemos que poner los ingredientes en un bol y comenzar a mezclar. Si notáis que la masa está demasiada húmeda, deberéis añadir más maicena. Cuando ya lo tengamos todo mezclado, es el momento de ponerla en una superficie plana, como la encimera de la cocina para amasar.
La textura final debe ser muy lisa. Tendréis como resultado algo parecido a una plastilina blanca.
¡OJO! La masa, al principio, suele estar muy pegajosa, por lo que os recomendamos poner un poco de aceite en la superficie en la que vayáis a trabajar y en vuestras manos.
Una vez obtenida la masa de porcelana fría, podéis guardarla en un tupper bien cerrado para guardarla en el frigorífico unos 30 minutos. Después, es el momento de la creatividad.
Si queréis darle color, podéis dividir la masa y mezclarlo con colorante alimenticio. Si no, podéis hacer vuestras creaciones en blanco y veréis qué bonito os queda.
Si al final os ha sobrado porcelana, no será necesario volver a meterla en el frigorífico. Simplemente la cubrís con papel film transparente y la guardáis de nuevo en el tupper.
Por último, simplemente tendréis que dejarlo secar al aire para endurecerlo. ¿Nos enseñas tus creaciones?
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