¿Y tú? ¿Cómo lavas tu vajilla?
¿De qué forma friegas los platos? Lavar la vajilla es, obviamente, una cuestión de aseo, pero no solo eso. ¡Va mucho más allá! No se trata solo de lavar y enjuagar, el aseo correcto consta de tres fases: eliminar residuos, uso de detergentes y desinfectar las piezas. A la hora de elegir el lavavajillas o detergente para platos, lo mejor es optar por los que poseen sustancias capaces de eliminar suciedad y grasa.